Miquiño mío es solo uno de los afectivos motes, por decirlo de alguna manera, que Emilia Pardo Bazán utilizaba para dirigirse a un grande de las letras. Más cariñoso puede llegar a ser el calificativo que, desde mi simpleza y mi honrada modestia lectora, otorgue a esta epistolar obra. Con una excepcional labor introductoria de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández, realizamos un íntimo viaje por la admiración, amor y pasión de los dos maestros.
Juan Laborda Barceló no solo ha demostrado que sabe de lo que habla, sino que ha demostrado con En guerra con los berberiscos que la historia llega a cualquiera, sin dificultades ni grados. Una documentación específica para un tema bastante olvidado, no a grandes rasgos, por la historiografía española. Narrativa fácil, amena, dulce y educada.
«Ser drogadicto es ser una especie de acróbata cognitivo. Difundes versiones de ti, y das a cada persona la verdad que necesita oír ―la que necesitas tú, en realidad― para mantenerlos a cierta distancia. ¿Cómo concilias, pues, ese montaje de engaños con la auténtica historia?».
Hay libros que merecen una introducción cuando uno procede a hacer una reseña, una entrada o un artículo sobre él. Otros, sin embargo, no precisan de tal complemento. Y otros, como el que nos ocupa en estas líneas, Mujeres de Roma, simplemente necesitan un calificativo —convertido en sustantivo—: Maravilla. Ya no es solo por alabar […]
Página anterior Siguiente página